Educación

Socioemocional

Self awareness: conciencia de sí mismo, conciencia de sentimientos y valores.

Self management: autogestión, autorregulación, adaptabilidad, capacidad de logro, positividad.

Social awareness: conciencia social, empatía y conciencia grupal.

Relationship management: gestión de relaciones,  influencia, asertividad, resolución de conflictos, trabajo en equipo, liderazgo inspirador.

*David Perkins, Inteligencia Emocional

Programa KiVa

Stand up – Speak up

Desde el año 2017 en MH

¿Cómo trabajamos? 

Formando a los docentes (KiVa team) con las estrategias, metodologías y herramientas prácticas para prevenir, intervenir y hacer seguimiento de los casos de bullying. 

Ayudando a los niños a reconocer sus propios sentimientos y los de sus compañeros, reforzando su sistema de valores para afrontar el acoso.

Ofreciendo a los padres información sobre el acoso dándoles pautas para que puedan identificarlo y tener un papel clave en la comunicación casa-colegio.

Educación emocional en el aula

Desarrollo integral del estudiante

La educación emocional ayuda a comprender y gestionar las propias emociones, lo que contribuye a su crecimiento personal y bienestar general. Les brinda las herramientas para lidiar con situaciones estresantes, resolver conflictos de manera constructiva y mejorar sus relaciones interpersonales.

Mejor rendimiento académico

Las emociones pueden tener un impacto significativo en el aprendizaje. Los estudiantes emocionalmente competentes suelen tener una mayor motivación, concentración y capacidad de resolución de problemas, lo que se traduce en un mejor rendimiento académico.

Habilidades sociales

La educación emocional promueve el desarrollo de habilidades sociales esenciales, como la empatía, la comunicación efectiva y la cooperación. Estas habilidades son vitales para establecer relaciones saludables y funcionar eficazmente en entornos sociales y laborales.

Prevención del estrés y la ansiedad

Al aprender a reconocer y gestionar sus emociones, los estudiantes pueden reducir los niveles de estrés y ansiedad. Esto puede tener un impacto positivo en su salud mental y emocional a largo plazo, contribuyendo a la creación de un entorno de aula más positivo y propicio para el aprendizaje.

Resolución de conflictos

La educación emocional capacita a los estudiantes para resolver conflictos de manera pacífica y constructiva. Les brinda estrategias para expresar sus sentimientos de manera adecuada y para comprender los puntos de vista de los demás, lo que puede conducir a una disminución de los conflictos y una convivencia más armoniosa en el aula y fuera de ella.

Preparación para la vida

Las habilidades emocionales son habilidades para la vida. Los estudiantes que adquieren una comprensión profunda de sus propias emociones y las de los demás están mejor preparados para enfrentar los desafíos de la vida adulta, como la toma de decisiones, la gestión de relaciones y la resiliencia frente a las dificultades.

Fomento de la autoestima

La educación emocional contribuye a fortalecer la autoestima y la autoconfianza de los estudiantes. Al comprender y aceptar sus emociones, los estudiantes pueden desarrollar una imagen más positiva de sí mismos, lo que influye en su actitud hacia el aprendizaje y su disposición para participar activamente en el aula.

Clima áulico positivo

La integración de la educación emocional en el aula puede crear un ambiente más positivo y solidario. Los estudiantes aprenden a apoyarse mutuamente, a escuchar con empatía y a mostrar consideración por los demás, lo que mejora la dinámica del aula y promueve un entorno de respeto mutuo.

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